martes, 1 de diciembre de 2015

Mímate, mímale! Sesión de osteopatía para madre e hija.




Cuando se cumplía un mes del nacimiento de mi hija, las dos fuímos al osteopata.  La verdad era algo que había previsto ya desde antes de su nacimiento y ya no solo por mi formación en osteopatía, sino por experiencia personal. Sabía que nos iba a sentar bien a las dos, y así fue.

En mi caso, el último tramo de embarazo (4 meses en reposo, acostada), me pasó factura después del parto. A nivel pélvico y lumbar, la inestabilidad articular era tal, que andar, estar depie, mismo sentada, era doloroso. No podía andar 10 metros sin que el dolor fuera dificil a soportar. Solo estar acostada me relajaba, cosa poco frecuente con un bebé.

En el caso de la peque como ya dije, lo tenía previsto de antes. Mi intención era que "la chequeara". Los bebés, crecen en nuestro interior y ya en los últimos meses están en un espacio tan pequeño, que se convierten en contorsionistas, dobladitos, comprimidos. Esto puede crear asimetrias craneales, compresiones de nervios.

En el momento del parto no sólo mamá sufre, el bebé también. Ha de pasar por un canal estrecho, salir de un medio seguro y confortable a un medio desconocido. La manera de cómo sea ese proceso puede repercutir a corto o largo plazo en el bebé.

Mi bebé midió 54 cm.  Esperaron tres días a que se "descomprimiera" para tener la cifra exacta.

Durante el primer mes vómitaba más de una vez al día, comía cada vez con mucha ansiedad y se llenaba de aíre.


El osteopata nos comentó que el nervio vago de la peque estaba comprimido.
La trató y los vómitos se hicieron raros, la ansiedad disminuyó al igual que mis dolores. Una segunda sesión se impone para acabar de recuperarnos.

Espero haberos inspirado, ahora más que nunca,
Mímate!
Mímale!

*El nervio vago ayuda a regular los latidos del corazón, controla el movimiento muscular, mantiene la respiración de la persona y transmite una variedad de sustancias químicas a través del cuerpo. Es responsable de mantener el tracto digestivo en buen funcionamiento, contrayendo los músculos del estómago y los intestinos para ayudar a procesar los alimentos, envía información sobre lo que se digiere y lo que sale del cuerpo.
Cuando el nervio vago es estimulado, la respuesta es a menudo una reducción de la frecuencia cardiaca o la respiración. En algunos casos, la estimulación excesiva puede causar que alguien tenga lo que se conoce como una respuesta vaso-vagal, que trae como consecuencia un desmayo o coma debido a su ritmo cardíaco. La estimulación selectiva de este nervio también se utiliza en algunos tratamientos médicos, esta parece beneficiar a las personas que sufren de depresión y de epilepsia.
La mayoría de las veces, no se dan cuenta de las acciones de los nervios vagos derecho e izquierdo, pero probablemente se daría cuenta si este nervio dejó de funcionar como consecuencia de una enfermedad o traumatismo, debido a que el nervio vago es uno de los muchos nervios vitales que mantiene su cuerpo en buen estado. Sin las funciones del nervio vago, le resulta difícil hablar, respirar, de comer, y los latidos del corazón se convertiría en muy irregular.  Fuente: ecured.cu


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