domingo, 28 de septiembre de 2014

A vueltas con la maternidad


Más lo pienso, más irónico me parece. Tantos cuidados,  tantos miedos, algún que otro sobresalto y para qué?. Años después,  cuando me decido, cuando encuentro mi alma gemela, cuando pongo un poco de orden y estabilidad en la vida, va y descubro que no es tan fácil como parecia,  y que voy a tener que atravesar duras pruebas, derramar muchas lágrimas y vivir con la incertidumbre de si algún día llegaré a ser madre.

Todo empezó unos meses después de  habernos instalado en un nuevo país. Decidimos que era el momento de buscar el bebé,  tras meses de fracasos, fuimos a ver al especialista. Pruebas, analisis y varias consultas después, determinaron que todo iba bien salvo, lo que parecia una trompa obstruida. Una laparotomia dió como resultado que la trompa estaba bien, por el contrario, encontraron dos pólipos y un quiste.

Para hacerlo fácil, deciros que un quiste es un cúmulo de sangre encapsulado que se fija bien en el ovario, o bien fuera y que un pólipo es una formación de tejido que se forma en el el útero principalmente y que se va alimentando, pudiendo ser cancerígeno sobretodo en la menopausia .   Ambos pueden ser la razón de infertilidad, reglas desajustadas, dolores y sangrados abundantes.

Por suerte, mis pólipos resulatron ser beningnos, lo que no descarta que en un futuro no pueda evitar un "vaciado"  preventivo como ya le ha ocurrido a más de una mujer de mi familia.

Esta semana, alguien muy cercano a mi va a pasar por  segunda vez por ello, otra operación para quitar un quiste e intentar no llevarse mucho tejido ovárico en el camino.  Porque el riesgo está ahí,  en cada intervención el peligro es intentar no dañar los ovarios, extirpar lo menos posible  para dar una oportunidad más a esa mujer que solo sueña en ser mamá.

Es una operación poco invasiva, son tres cortecitos en el vientre y la recuperación suele ser rápida.  Los primeros días no puedes apenas caminar, duele, no hay que mentir, sangras durante bastantes días pero se pasa, he tenido reglas más dolorosas,  tampoco voy a caer en el error de minimizar las cosas porque cada mujer es única y cada una lo vive a su manera.

Tengo 34 años pasados y mi sistema reproductor es viejo. El cuerpo es lo que tiene, pone a disposición y se prepara para crear vida a muy temprana edad, en mi caso a los 13, y 21 años después,  lo que no se usa, el cuerpo lo economiza, lo destruye.

 Aún tengo esperazas, mi recuento ovárico y folicular me dan todavia  oportunidades, para volver a conseguirlo y si no, siempre podré recurrir a ayudas médicas. Por suerte hay muy buenas técnicas de fecundación.


No desanimarse y visitad frecuentemente al ginecólogo,  no importa la edad que tengáis y sobretodo...
Mimarse mucho!



Ps: Todo irá bien Patty...




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